La Antroposofía, la MTV y la Gran Red, fueron mis primeras influencias. Maduré al ritmo de las nuevas tecnologías.
Tres décadas dan para mucho, de bueno y de no tanto. Poder ofrecer ahora mi experiencia, vendría a ser, la recompensa de lo último.
Seguir vivo como creativo freelance después de la pandemia y la irrupción de la inteligencia artificial, todo un milagro sin duda.
Me gusta conservar costumbres, de mis inicios, como; no ponerme a trabajar en un proyecto en el Mac, nunca sin antes garabatear cuatro bocetos y conceptos a mano. A si me cuesta menos romper el hielo con la temida “hoja en blanco”. Cada Nuevo encargo me sigue generando la misma adrenalina que el primero.
En las agencias de publicidad el tiempo es oro, y lo habitual es tirar de imágenes compradas, para confeccionar los diseños. Desde mis inicios como Freelance que me sentí moralmente obligado y empujado también por mi necesidad de crear algo nuevo y única.